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El asesino vive en el Nº 21
Subida a sus pantuflas, envuelta en un abrigo cerrado hasta el cuello, con una chaqueta de punto con grandes botones y sus pequeños vestidos rectos, la mujer N° 21 avanza al atardecer sin imaginar lo que le espera a la vuelta de la esquina. Se aleja a toda prisa revelando, de repente, la espalda desnuda...
La abertura vertical es limpia, sin tachas. Las elegantes prendas de seda y satén están todas rasgadas. Como cortadas directamente con una hoja de afeitar o abiertas en canal con precisión quirúrgica.
"Me encanta la película 'Dressed to kill' (Vestida para matar) de Brian de Palma y más en concreto la gabardina que lleva el asesino. Todos mis modelos están abiertos en la parte posterior, cortados atravesados por un puñal", explica el diseñador Alessandro Dell'Acqua.
"Esto confiere al conjunto un punto erótico, mucho más que sexy, con un espíritu muy contemporáneo. Lo que me cautivó fue la sensualidad que emana de estas prendas cortadas por la mitad ", señala.
El resultado es intrigante y fascinante a partes iguales. Más allá del efecto sorpresa, el diseñador explora la idea de delante y detrás, del se ve y no se ve. Abiertos por la mitad a lo largo de la espalda, los abrigos y chaquetas dejan caer lascivamente las mangas, dejando al descubierto un hombro o un torso protegido por un corpiño de punto. Otros modelos, cortados horizontalmente, tienen también una abertura en la parte superior de la espalda.
El diseñador se entretuvo mucho buscando todas las soluciones posibles para hacer que esta colección sea ponible. Los trajes cuentan con un doble cierre: la clásica hilera de botones en la parte delantera y una cremallera por detrás. Los vestidos se atan con una cinta a la altura del cuello y se usan sobre pantalones pitillo con un top, o sobre pantalones culotte de estilo retro.
Si no quieres enseñar la espalda, también puedes cubrirla con un trozo de tela de quita y pon que se engancha a la parte superior del vestido y cae a modo de cola.
Aparte del vestido, la pieza clave de la colección es la gabardina, que el diseñador renueva por completo, mezclando algodón beige con paneles de tela dorada o jugando con los largos. La versión corta de chaqueta se usa con las piernas desnudas combinada con la gabardina clásica.
Al final de la película no hay puñaladas, solo una inquietante femme fatale. Vestida solo con una cálida chaqueta de pelo color sangre, muestra, desenfadada, las piernas desnudas mientras balancea una cadena dorada con dos microbolsos. The end.
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