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La cultura del carnaval de Bottega Veneta
Bottega Veneta mostró el sábado un verdadero carnaval con mucha cultura, elegancia y fuerza artística en el que fue el único desfile imprescindible de los que se puede disfrutar estos días en Milán.
Una mezcla de propuestas hiperindividualistas sobre un elenco políglota, formado en muchos casos por modelos no profesionales. El desfile tuvo lugar sobre una pasarela que incluía estatuas italianas. Pudimos ver la famosa y elegante figura de Boccioni Formas únicas de la continuidad en el espacio y dos estatuas de bronce del siglo I a.C. que representaba a jóvenes corriendo.
Principalmente se trataba de un debate visual del director creativo de BV, Matthieu Blazy, sobre lo que constituye el "power dressing" en un momento en el que la gran época de esa tendencia, los años 90, vuelven con fuerza a la moda.
"Me encanta la idea del carnaval, gente caminando en la misma dirección. No sabes dónde van, pero caminan juntos", explicaba el cerebral diseñador de Bottega Veneta Matthieu Blazy.
El resultado fue una selección de prendas sorprendentemente dispares, muchas de ellas confeccionadas con técnicas notables. Comenzando con formas blancas elegantemente sencillas, como vestidos lenceros o camiseros tanto para hombre como para mujer en este desfile mixto.
Muchas chaquetas, abrigos y chaquetas de cuello Mao que parecían de lana o algodón, pero que en realidad estaban confeccionadas con cuero ultraligero. Hasta llegar a unos preciosos suéteres de cuello trenzado, de nuevo confeccionados con una técnica de cuero intreccio.
A Blazy le gustan los guiños para expertos, como sus calcetines de caballero, que, si se fijaban bien, estaban elaborados con cuero tejido y acabados con suela.
Lo más relevante, sin embargo, fue la mejor selección de abrigos de toda la temporada: enormes gabardinas de espía de piel de color negro dignos de Bladerunner; abrigos urbanos para caballero de piel de cocodrilo sintética o abrigos de cachemira de mohair para los hombres. Para las mujeres propuso gabardinas de piel de serpiente estampada en tonos óxido; abrigos de cuero crudo con volumen y un impresionante abrigo gris que parecía desplegarse ante los ojos.
La sastrería era futurista, aerodinámica, y a la vez con más capas, muy a la italiana. Disfrutamos de habilidades artesanales asombrosas, como en una chaqueta verde que parecía hierba tejida y no bordada, integrando la técnica en la propia prenda.
"Al crear esta colección, nos preguntamos: '¿qué es elegante? ¿Cuándo empezamos a ser elegantes? ¿Es cuando te pones un traje, o cuando te pones algo que se parece a un traje? Quizás el traje ya no sea una prenda de poder. Aunque hay que reconocer que cuando le pones un traje a un niño, se sienten empoderados", reflexionó Blazy desde un backstage abarrotado. Un montón de redactores sacaron sus Iphones para escuchar su opinión, una clara señal de que un diseñador está de moda.
Respaldado por los sonidos internacionales del desfile (samba, música africana, carnavales belgas y bandas de música), el elenco se contoneaba alrededor de las dos estatuas.
"Me encantan esas estatuas y quería invitarlas al desfile. La idea es reconectar Italia a través de su historia. Actualmente es mucha política. Y nuestra idea era el nacionalismo positivo. Que puedes adueñarte de tu historia reivindicándola de forma positiva, y no siendo negativo", explicó el diseñador nacido en Bélgica.
De vez en cuando mostraba algo subversivo, como una colección de suéteres de canalé para hombre, tan largos que llegaban hasta el tobillo.
Para la noche presentó un magnífico despliegue de vestidos (cuellos halter, largos hasta la rodilla, vestidos camiseros, con vuelo y vestidos de baile) una vez más de pieles ligeras como plumas.
Casi todas las modelos llevaban bolso, muchas de ellas dos. Vimos bolsos intreccio en forma de cubo, y un par de bolsos ovalados de un metro de ancho, con forma de altavoces elípticos. Al final vimos a un modelo asiático vestido con una camiseta de tirantes blanca y unos jeans de cuero azul, igual que en el desfile de debut de Blazy para BV de febrero de 2022.
"Nuestros tres primeros desfiles giraron en torno a Italia, así que era como cerrar un capítulo. Todos estamos rodeados de las mismas noticias, así que la primera respuesta es la unión. Como en un concierto, en la fiesta del pueblo o en un desfile. Es algo edificante. Y todas las generaciones están allí", concluyó Blazy, tras presentar la colección más memorable de la Milan Fashion Week, por segunda temporada consecutiva.
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