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Rocío ALONSO LOPEZ
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22 jul. 2019
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Una exposición parisina centra su atención en la espalda

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AFP
Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
Publicado el
22 jul. 2019

Normalmente no consiguen toda la atención, pero la espalda siempre está ahí, aunque no siempre se muestra en las fotografías de moda, olvidada entre las imágenes frontales y de rostros. Sin embargo, una nueva exposición en París tiene como objetivo corregir este desequilibrio, explorando la relación entre la moda y esta parte del cuerpo que rara vez se ve.


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En la exposición organizada por el museo de moda Palais Galliera que se presenta en el Museo Bourdelle, en medio de su famosa colección de estatuas de yeso, los visitantes pueden ver a los maniquíes de espaldas.

Los comisarios dicen que uno de los objetivos de la exposición es explorar la relación con la espalda a través de la historia, con los complejos cierres impuestos a las mujeres, a menudo vistos como un símbolo de sumisión.

Además de las camisas de fuerza, ninguna prenda masculina ha sido nunca cerrada en la espalda. Pero la ropa femenina lo ha sido a menudo, dejándolas en una posición de dependencia.

“Anatómicamente, el cuerpo no está hecho para poner los brazos detrás de la espalda. Los cierres en la espalda son antinaturales”, dijo Alexandre Samson, comisario de la exposición que tendrá lugar hasta el 17 de noviembre.

A finales del siglo XV, había lazos en las espaldas de las prendas femeninas en todas las clases sociales. Sin el lujo de las sirvientas, las mujeres campesinas tenían que pedir ayuda a sus hermanos, padres o esposos.

El cierre de gancho apareció en el siglo XVIII, los corsés llegaron en el siglo XIX y se cerraban por delante, atados por la espalda.


'Otros la ven, nosotros no'

El escote surgió en el siglo XX cuando el maestro de moda francés Paul Poiret liberó a las mujeres de sus corsés.

Pero incluso entonces, liberar la espalda de las ataduras y cierres tenía connotaciones de prostitución.

Un momento clave fue cuando Rita de Acosta Lydig, una socialité estadounidense de alto vuelo, causó un escándalo al mostrar su espalda desnuda con un simple vestido negro en la Metropolitan Opera, en Nueva York, a principios del siglo XX.

Otro “escándalo de moda relacionado con la espalda” reciente ocurrió en junio de 2018, cuando la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, visitó un campamento para niños inmigrantes indocumentados en la frontera con México. Las palabras en la parte posterior de su parka tenían un mensaje contundente: "Realmente no me importa, ¿y a ti?"

A través de la historia, lo que más importaba para las mujeres ricas era no tanto el aspecto de sus espaldas, sino las grandes colas que arrastraban detrás.

Esta tendencia comenzó en el siglo XIII y Catalina la Grande de Rusia estableció un récord definitivo con una cola de 14 metros, transportada por 12 mayordomos, en su coronación en 1762.

En los tiempos modernos, la espalda suele estar marcada por una mochila: tras un intento fallido de Hermès en 1968, la humilde mochila solo tuvo éxito con la imagen escolar y militar a finales de la década de los 70, cuando Prada hizo su versión de nylon.

La espalda está oculta en gran parte de las imágenes de eventos de moda. En un pasillo del museo, se pueden ver 3607 imágenes de la Semana de la Moda de París, ninguna tomada del costado o la espalda.

Según los organizadores de la exposición, la sociedad moderna está obsesionada con los rostros de las personas, mientras que la espalda es un recordatorio de nuestras limitaciones.

"Nuestra espalda es la única parte de nosotros mismos que no vemos y otros sí", dijo Samson.

“Jugar con la espalda es jugar con una forma de fragilidad, de impotencia. Y los seres humanos odian la impotencia”.

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